jueves, 21 de mayo de 2015

ESTRES

Síntomas y causas del estrés


Síntomas


Los síntomas de estrés aparecen como respuesta del organismo a la exposición a condiciones externas que perturban el equilibrio personal. 
El estrés ocasiona cambios químicos en el organismo, debido a las señales que el cerebro envía al mismo, activando la secreción hormonal. Estas hormonas ocasionan una reacción en cadena, haciendo latir aceleradamente al corazón, aumentando la presión arterial, aumentando el nivel de insulina, para que el cuerpo produzca más energía. Estas reacciones no provocan daños a corto plazo, pues nos permiten defendernos del peligro, pero si la situación persiste, se genera una situación de fatiga que deteriora la salud del individuo.
El estrés continuado puede ocasionar enfermedades cardiovasculares, migraña, artritis reumatoide, asma, alteraciones nerviosas, calvicie, alteraciones de la piel, impotencia sexual, colitis, trastornos menstruales, diabetes, dolores de espalda, etc.

causas

Los síntomas de estrés, pueden ser desencadenados por cualquier suceso que genere una respuesta emocional, o sea que es provocado por situaciones positivas o negativas.
Los síntomas de estrés más comunes son: depresión, ansiedad, dolor de cabeza, insomnio, indigestión, alteraciones en la piel, disfunción sexual, aumento del ritmo cardíaco, diarrea o estreñimiento.

El estrés continuado ocasiona envejecimiento prematuro, por desgaste del organismo y deterioro del sistema inmunológico y la capacidad mental.
Normalmente, las células emplean el 90% de la energía en las actividades metabólicas destinadas a la renovación, creación y reparación de los tejidos nuevos.


El estrés en el desempeño Laboral



Consecuencias psíquicas:

Deterioro congnitivo.
Dificultad para concentrarse.
Dificultad para tomar decisiones.
Dificultad para conciliar el sueño (insomnio).
Trastornos sexuales.
Trastornos de tipo afectivo.
Desórdenes mentales como esquizofrenia o trastornos obsesivo-compulsivos.


Consecuencias físicas:

Entre las consecuencias físicas del estrés laboral en el trabajador, que suelen manifestarse en el medio y largo plazo, encontramos las siguientes patologías:

Alteraciones cardiovasculares:
-Enfermedades coronarias.

Alteraciones dermatológicas:

-Caída del cabello (alopecia).

Alteraciones sexuales:

-Disfunción eréctil (vulgarmente conocida como impotencia).
-Disminución o aumento del apetito sexual.


Alteraciones musculoesqueléticas:

-Contracturas musculares.
-Incremento del riesgo de lesiones músculo-tendinosas.
-Dolores crónicos.
-Empeoramiento de determinadas patologías como la artritis.
-Mayor tendencia a sufrir calambres.
-tics nerviosos.

Alteraciones digestivas:

Alteraciones del sistema inmune:

-Disminución de la resistencia del organismo frente a agentes patógenos y por tanto mayor propensión a enfermedades infecciosas.

Alteraciones del sistema endocrino:

Otra de las consecuencias que frecuente presentan los trabajadores sometidos a estrés laboral es la aparición de dolores de cabeza o cefaleas, cuya intensidad hace que en ocasiones el empleado se vea incapacitado temporalmente para realizar cualquier actividad.


Consecuencias del estrés laboral para la empresa:

Las consecuencias del estrés laboral se extienden más allá del propio individuo y afectan a su entorno más inmediato. Es por ello fundamental para las empresas ser capaces de mantener controlados los niveles de estrés de sus empleados, ya que afectan directamente al rendimiento, productividad y competitividad de las mismas.

Éstas son algunas de las consecuencias que el estrés laboral implica para la empresa:

-Se generan sinergias negativas (deterioro de las relaciones laborales, falta de colaboración...).
-Aumento del absentismo.
-Incremento de accidentes laborales.
-Mayor número de bajas por enfermedad.
-Bajo rendimiento por empleado.
-Menor productividad.
-Aumento de quejas por parte de los clientes y por tanto menor nivel de satisfacción.

Como vemos, los efectos del estrés laboral son más amplios de lo que pudiera parecer en un primer momento y afectan al trabajador, a la gente que le rodea y a la propia empresa.
Si lo desea, puede consultar nuestra sección sobre como manejar el estrés laboral, que le ayudará a reducir sus consecuencias.

Métodos para el manejo del estrés

Existen muchas maneras de manejar el estrés. Pruebe algunas para averiguar cuáles funcionan mejor para usted.
  • Reconozca las cosas que no puede cambiar. Aceptar que no puede cambiar ciertas cosas le permite dejarlas ir y no alterarse. Por ejemplo, no puede cambiar el hecho de que debe conducir durante la hora pico. Pero puede buscar maneras de relajarse en el trayecto, como escuchar un podcast o un audiolibro.
  • Evite las situaciones estresantes. Siempre que le sea posible, aléjese de la fuente del estrés. Por ejemplo, si su familia discute en los días festivos, dese un descanso y salga a caminar o a dar una vuelta en el auto.
  • Haga ejercicio. Realizar actividades físicas todos los días es la mejor y más fácil manera de lidiar con el estrés. Al hacer ejercicio, su cerebro libera químicos que lo hacen sentir bien. También puede ayudarle con su energía reprimida o su frustración. Busque algo que disfrute, ya sea caminar, montar en bicicleta, jugar softball, nadar o bailar, y hágalo por al menos 30 minutos la mayoría de los días.
  • Cambie su perspectiva. Intente desarrollar una actitud más positiva ante los desafíos. Puede hacerlo reemplazando los pensamientos negativos con pensamientos más positivos. Por ejemplo, en lugar de pensar, "¿por qué siempre todo sale mal?", cambie esa idea por, "puedo encontrar una manera de superar esto". Puede parecer difícil o tonto en un principio, pero podría descubrir que esto le ayuda a dar un giro a su perspectiva.
  • Haga algo que disfrute. Cuando el estrés lo tenga decaído, haga algo que disfrute para ayudar a ponerlo de pie de nuevo. Puede ser algo tan simple como leer un buen libro, escuchar música, ver su película favorita o salir a cenar con un amigo. O comience un nuevo pasatiempo o clase. Sin importar lo que elija, intente hacer al menos una cosa al día que sea solo para usted.
  • Aprenda nuevas maneras para relajarse. La práctica de técnicas de relajación es una gran manera de lidiar con el estrés del día a día. Las técnicas de relajación le ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea. Existen muchos tipos, desde respiraciones y meditación hasta yoga y taichí. Tome una clase o intente aprender de libros, vídeos y recursos en línea.
  • Conéctese con sus seres queridos. No deje que el estrés se interponga entre usted y su vida social. Pasar tiempo con familiares y amigos puede ayudarle a sentirse mejor y olvidarse del estrés. Confiar sus problemas a un amigo también puede ayudarle a resolver sus problemas.
  • Duerma lo suficiente. Descansar suficientemente durante la noche puede ayudarle a pensar con más claridad y a tener más energía. Esto hará que sea más fácil manejar cualquier problema que pueda surgir. Intente dormir entre 7 y 9 horas todas las noches.
  • Consuma una dieta saludable. Comer alimentos saludables ayuda a darle energía a su cuerpo y su mente. Evite los refrigerios con altos contenidos de azúcar y consuma muchas verduras, frutas, granos integrales, lácteos reducidos o libres de grasas y proteínas magras.
  • Aprenda a decir que no. Si su estrés viene de realizar demasiadas tareas en casa o en el trabajo, aprenda a establecer límites. Pida ayuda a los demás cuando la necesite.
RECURSOS
Si siente que no es capaz de manejar el estrés por sí mismo, es posible que desee hablar con su proveedor de atención médica. También puede considerar ver a un terapeuta o asesor que puede ayudarle a encontrar otras maneras de lidiar con el estrés. Según la causa de su estrés, también es posible que lo ayude unirse a un grupo de apoyo.
http://www.nlm.nih.gov/












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